lunes, 31 de octubre de 2011


Si hago lo que amo me pregunto por qué me quejo tanto.
Si tengo mi voz y mi canto aunque a veces desafinado
por el afán de disfrutar y corear junto a otras voces
que me hacen sentir, vivir, crecer.
Cómo quejarme,
si en cuanto necesito descargarme
encuentro papel y lápiz a mano y Escribo,
si en cuanto quiero decir
y no me alcanzan las palabras Canto,
si en cuanto quiero aprender Leo
y la vida Caminando me enseña tanto,
si en cuanto quiero elegir Vivo
y voy optando por todo lo que amo.
Me reconozco desafortunada en tanto,
pero tan viva y plena en todo esto,
en la libertad que solo el Amor sabe darme.
(27/10/11 - 13:55)
dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe.
Alejandra Pizarnik

viernes, 21 de octubre de 2011


Supongo que el sol saldrá para mí,
o por lo menos eso quiero creer.
Un día, esperaría que no muy lejano,
me va a quemar las pestañas
como alguna vez lo hizo.
Llenará de reflejos todo lo que vea
y es probable que así
me crea que no hay imposible
que pueda contra mis sueños,
mis anhelos, mis deseos.
Quizás ese día me sorprenda con vos,
quizás no estés al lado mío,
quizás no llegues a tiempo y no te encuentre.
Pero de seguro, ese día me voy a encontrar conmigo.
(22/2/11 - 00:40)

miércoles, 5 de octubre de 2011


Se levanta, se deja caer de nuevo.
No sabe qué hacer con ella misma.
El tiempo le dice que es hora, que llegó el momento.
"No debo dejar pasar más horas, más días, más vida."
Se decide interiormente, se convence.
Se vislumbra a ella misma parada, decidida, dispuesta.
Vuelve en sí, sigue caída y sin haberse movido.
Es un logro inalcanzable el de pasar de la mente a la acción.
Pasan las horas, los días, la vida y ella ahí,
tan perpleja como hace tanto tiempo.
Caminó lunas y soles; lluvias y soles;
caras y soles; gestos y soles.
Los caminó, sabe de su esfuerzo, de su querer y no poder.
El convencimiento interior no la llevó a ningún lado aún.
Su activar exterior, de caminata y búsqueda constante
no coincide con el interior, que hoy es de caminante oscuro,
de nubarrón y lluvia, de sol oculto, de poca vida en ese cuerpo.
Es ése, su cuerpo, que ahora la lleva a la arena.
Y ella, inmóvil, sigue caminando tantas lunas, soles, vida.
Agua. Mojados sus pies.
Agua. Mojados sus tobillos.
Agua, ahora sus rodillas, sus muslos, su femineidad.
Agua.
Sus lunas, soles, caras y gestos ya mojados,
ahogados en ese mar.
Agua.
Sus mejillas que alguna vez se sonrojaron ya están húmedas,
sus pestañas ya pasadas por el agua.
Toda ella empapada.
Ya nada pesa. Ya todo es agua.
Agua. Ella ya duerme.
(18/9/11 - 10:20hs)